Conocer nuestro espacio, nos permitió convertirnos en observadores atentos hasta del más mínimo detalle, es por eso que decidimos reconstruir nuestra casa en miniatura a través de una maqueta en donde de manera creativa todos los materiales fueron bienvenidos.
Elaboramos nuestros planos, identificamos las formas de nuestra casa (cuadriculada, rectangular, circular, triangular), luego desde nuestra memoria recordamos las estructuras que se encontraban a nuestro lado izquierdo y derecho, cuantos pisos teníamos; luego comenzamos a subir nuestras paredes, estábamos encantados con cada mini ladrillo y disfrutamos de cada momento, al finalizar agregamos los detalles (muebles, objetos etc.), y al final como ultimo retoque agregamos lo más importante de nuestra casa “las personas que habitan de ella”.
Fue un trabajo de varios días, en donde construimos y reconstruimos, al final fue una experiencia que volveríamos a vivir.