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PIC GRADO TERCERO
¿Se han preguntado alguna vez cómo las emociones y experiencias de una persona pueden convertirse en arte? Nuestros estudiantes de tercer grado sí, al momento de escoger su Proyecto de Integración curricular sobre Arte, sus intereses estuvieron marcados por preguntas llenas de curiosidad y sensibilidad como por ejemplo ¿Por qué los artistas pintan como lo hacen? ¿Cómo expresan sus sentimientos en sus obras? ¿Por qué usan ciertos colores o materiales? ¿Qué influyen en su inspiración y en la elección de técnicas? Estas inquietudes, propias de una infancia creativa e imaginativa, nos llevaron a construir juntos la pregunta problema que guio el Proyecto de Integración Curricular de “Arte”


¿De qué manera las experiencias y las emociones de los artistas influyen en su inspiración y en la elección de técnicas para crear sus obras de arte? Este interrogante abrió múltiples caminos de observación, exploración, experimentación y permitió que cada estudiante eligiera un artista o corriente artística de su interés para investigarlo y conocer qué sentía, pensaba y vivía al momento de crear. Así surgieron preguntas sobre Vincent van Gogh y su uso de los colores intensos, sobre Frida Kahlo y sus autorretratos cargados de emociones, sobre cómo los muralistas contaban historias de sus pueblos, o sobre por qué algunos artistas prefieren el arte abstracto para expresar lo que no pueden decir con palabras.



De esta manera, el proyecto se tejió con hilos de asombro, sensibilidad y creatividad, respetando lo más importante, los intereses y los ritmos de cada niño y niña en plena coherencia con nuestro modelo pedagógico, los textos que acompañaron del PIC fueron “Las Pinturas de Willy” del autor Anthony Browne. Y “Mi taller de Pintura de Susy Lee, aportando al reconocimiento sobre la historia del arte y a la narrativa que se esconde detrás de cada cuadro, de cada obra.


A lo largo de este proceso, la ética del cuidado también estuvo presente al cuidar de la expresión de las emociones, del respeto por las obras y sentimientos de los demás, del tiempo de aprender, del entorno de trabajo de sí mismos y valorar las de los otros.
Comprendimos que hacer arte no solo es aprender técnicas, sino también reconocer, respetar las emociones y también surgió la expresión “cuidar es querer”, indudablemente las experiencias y las historias dieron sentido a cada creación.
Los aprendizajes se hicieron evidentes en visibilizacion mediante una experiencia colectiva profundamente significativa, la creación del Museo de las Emociones y el Arte, un espacio ideado por los propios estudiantes para compartir sus obras, reflexiones y descubrimientos. Este museo fue, más que una exposición, una invitación a mirar con otros ojos, a sentir con el corazón, a apreciar con una mirada desde la empatía y a comprender que el arte también es una forma de contar quiénes somos y cómo aprendemos a ver el mundo y la educación con mayor sentido en el liceo Quial.

