Es durante la adolescencia, donde los padres y madres tienen que lidiar con una preocupación constante: El saber qué están haciendo sus hijos (as) cuando no pueden estar con ellos, cuando se encierran en sus habitaciones o cuando ocultan información personal. En muchos de los casos, la relación padre e hijo (a) que hubo en la infancia se vuelve más distante, pues serán las amistades quienes cubrirán más tiempo y la confianza de ellos. Es en este periodo donde se incrementa el deseo de su libertad y el de obtener su propio espacio privado en el cual sea quienes administren con quien compartirlo.
Esta resultará ser una necesidad que no se les puede negar, cada adolescente vive esta etapa de modo distinto, con periodos turbulentos, tensiones, inseguridades, e incertidumbres. Por tal, es importante que los padres y madres puedan comprenderlos y apoyarlos en el camino de su propia identidad, en el cual empiezan a tomar conciencia de su individualidad y se sumergen en ella. En efecto, se desligan de sus mayores para desarrollar su propio yo.
Por tal, ante estas situaciones se establecen reglas claras y razonables en el cual ambos lados están de acuerdo, porque al invadir espacios o pertenencias les puede generar sentimientos negativos, como de amenaza o incomprensión.
¡Ten paciencia y busca asesoría profesional sin te sientes desorientados frente al cuidado de esta etapa!.
